domingo, 2 de octubre de 2016

Sin parar de reír.


Nos entendemos a la perfección , tanto que muchas veces reímos al unísono antes de poder terminar las frases, luego tú dices otra cosa, entrecortada por la risa y ésta aumenta aún más. Un registro ascendente de comentarios absurdos, a veces fuera de lugar, a veces inocentes. Así seguimos hasta que el estómago nos duele y las lágrimas de felicidad corren por nuestras mejillas gracias al sincero humor que solamente entendemos nosotros. Tantos chistes, tantas frases sin sentido que desatan carcajada tras carcajada. Hacerte reír se ha convertido en uno de mis vicios más grandes y mientras viva, siempre buscaré hacerte evocar ese sonido que  para muchos puede ser algo común, pero para mí es señal de que todo está bien, pues las risas son lo que iniciaron nuestra relación y por nada dejaré que terminen.




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